Más tarde, fuimos todos a la bolera, pero desgraciadamente no pudimos jugar, puesto que estaba roto el servidor (o algo así nos explico el señor, la verdad es que de eso no entendemos). Así que decidimos jugar al billar, o a las máquinas de videojuegos. Más tarde fuimos todos juntos a merendar pizza, porque los ingleses tenían hambre. Y enseguida se nos acabó el tiempo, porque teníamos que ir a ver el partido del Autocid contra el Melilla, ¡Y vaya partidazo!
La mayoría de nosotros nunca habíamos asistido a un partido de baloncesto en El Plantío, y como primera vez fue espectacular. Ya no solo por la remontada final del equipo burgalés, sino por toda la animación que había en las gradas. Incluso los alumnos ingleses animaban con todas sus fuerzas. Y la alegría final al ver cómo el Autocid ganaba por dos puntos al Melilla. Muchos de nosotros repetiríamos esa experiencia una y otra vez, pero no todos los partidos serán así de interesantes.
Incluso vimos por el pabellón varias caras conocidas del colegio, como Diego, el nuevo profesor de lengua, y Arturo, profesor de gimnasia.
Hoy es sábado, y como cada sábado español, toca un poquito de fiesta, pero no mucho, tranquilos.
¡Ya os contaremos qué tal!
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